El metal no se crea, ni se imagina, no se transforma, solo destruye.Pareciera que fuera ayer, un día hace 10 años, el mundo se preparaba y mojaba sus pantalones pensando en la catástrofe informática, nadie conocía el apellido Obama, y Fox era sinónimo de entretenimiento( tiempo despúes sería entretenimiento político).
1999 Metallica y Pantera ponían de cabeza a la Ciudad de México, y al foro Sol, (incluyendo una tormenta de sillas asesinas voladoras), lejos se veían ya aquellos años de alcohol, rifss estruendosos y batería furiosa, del cabello largo, de la actitud "te patearemos el trasero", de un Kill ém all, de montar a un trueno, de atacar a los vicios, de pedir justicia para todos.
El panorama se tornaba mucho más negro que su albúm homónimo de principio de los noventas, Metallica parecía haberse hundido en la confusión de no saberse alternativos, o de comprar ropa cara y dedicarse a la paternidad, de cambiar el estado etílico por la sobriedad de discos sin alma y con el salvajismo de un niño cenando leche y galletas a las 8 de la noche.
La Santa furia, era para todos los fans que veíamos perdidos a los cuatro jinetes del apocalipsis, tras una tarola digna copia de cazuela pozolera, de un guitarrista excelso extraviado entre sus propias cuerdas, de un Hetfield cansado, motivado por encontrar el significado de la palabra motivación, y en un momento esperanzador, el metal de nuevo nos conquista, el metal recobra su fuerza, despierta la bestia y las palabras "Death Magnetic",comienzan a destrozar los tímpanos de millones de headbangers ávidos de destrucción y de dejar atrás la limitante que maneja el recuerdo.
Metallica regresó a México para renacer, para divertirse y reafirmar la comunión con los fieles, con los ateos que no creían en ellos, con los ortodoxos que los apoyan, pero gritan más con Avenged Sevenfold (??), la aventura de la compra de boletos había quedado atrás, las fechas de la ejecución se establecieron, 4, 6 y 7 de junio, Metallica, buscando, ubicaba y destruiría las interrogantes de quienes afirman, que los desaparecidos, no tienen lugar en la nueva escena musical, arrogante, insípida, vomitada de perreo vulgar, de corte y pega.
Un viejo conocido y una banda de rudos,muy chillones, Resorte amenaza con regresar e intoxicarnos de Alcohol, aunque seamos la mitad más uno, pueden jurar que su lugar aquí está, Avenged Sevenfold, una extraña elección, no se explica aún la absurda pose de divas, psra una propuesta muy exagerada, y a todas luces limitada. el sol ya se había escondido, no podía darse el lujo de perderse un espectáculo preparado por el mismo Belceb.
Casi las 9:30 de la noche y la espera que ya se había tornado espeluznante termino de golpe, la salvaje entrada de Kirk, Lars, Roberto y James con "Creeping Death", se puede describir como de proporciones épicas, miles de cabelleras giraban estrepitosamente, las gargantas escupian violentamente cada uno de los versos de ésta y otras rúbricas ya clásicas en la joven, pero madura historia de un género destinado a la inmortalidad en las mentes y corazónes de los elegidos: el Metal.
"Ride the lightning", "For Whom the Bells tolls", y el estallido apotéosico y cataclismico de una vida sin esperanza en "One", remendaban con gran estilo y soltura el manto sagrado que cobijaba al público presente, la luna, fastuosa y elegante, aguardaba con paciencia, entrégandose por momentos al poder de una banda que demostró estar hecha a prueba del tiempo.
Auténticos éxitos ligaban y re-estrechaban lazos generacionales, "Memory Remains"golpeaba al foro,la enorme pantalla colocada al centro complementaba a la perfección a esta cuarteta de músicos, unos lanzallamas que bien entrarían en la categoría de "impresionantes" ilustraban una pieza que nos enseña como pelear de manera equlibrada "fight Fire With fire", no existe nada más importante que experimentar en carne propia las delicias de "Nothing else matters" , Metallica y sus fans de nuevo eran una sola voz, un coloso unido entre moshpits, cervezas, e incontables cantidades de adrenalina, la televisión fabrica enfermedades virales, actorcillos d ecartón corrugado, heroes plásticos, "Disposable Heroes" se escuchaba de manera pletórica, una sorpresa , quizá hasta para ellos mismos
La espera llegaba a su fin,el sísmologico nacional registró un golpe de 6.66 grados en la escala richter cuando "Master Of Puppets" aplastó este festín metalero, triste pero cierto, el fin estaba por llegar "Sad but True", del famoso black album y las impecables ejecuciones de "All nightmare long", y "The day that never comes", complementaban un show que llegaría su fin con "Enter Sandman", la pirotecnia fue espectacular, miles de ojos eran iluminados por los acordes y escalas perfectamente organizadas, los oídos podían sentir el pulso en cada cerebro ahí presente.
La despedida no podía ser amarga, !no!, !con Metallica no!, y es por ello que James Hetfield solicitó "Lo último de nuestra energía", para derrumbar el foro con "Seek and Destroy", Metallica ama a México, y México ama el metal,el bajista Roberto Trujillo aseguraba que el toquín "fué el más loco", y de esta manera los cuatro músicos se despedían de su público, de la noche, de los fantasmas que les atormentaron cientos de meses, Metallica en México, pateando traseros, enseñando que el metal no se crea, ni se imagina, no se transforma, solo destruye.
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